domingo, 4 de mayo de 2008

Siempre está con nosotros

Quise compartir este escrito que me hizo mi hija Katy para animarme, un día que creia que no podía seguir adelante.
Gracias Katy por estar ahí siempre......
También te quiero mucho




Siempre está con nosotros

Mami:
Hazle un sitio en la cocina, mientras preparas ricas comidas, el te acompaña
Hazle un sitio en la tienda, mientras trabajas, el te acompaña
Hazle un sitio en el coche, mientras conduces, el te acompaña
Hazle un sitio en la mesa, mientras comes, el te acompaña
Hazle un sitio en la cama, entre papá y tú, el los acompaña
Hazle un sitio donde quiera que estés, el SIEMPRE TE ACOMPAÑA
Búscalo en tus sueños porque ¡Está!... y si quieres más, busca en tu corazón, porque un pedazo del suyo junto a tí se quedó
¿sabes dónde lo busco yo? En las sonrisas de los niños, en sus ojitos brillantes, llenos de ilusión... en ellos se refleja la sonrisa de nuentro Ángel, en ellos veo el brillo de los ojos de mi adorado Hermano
Te Quiero mucho mami, mañana te daré un súper abracitoTaty
(Cucusa Cooto... jejeje ;)

jueves, 1 de mayo de 2008

Lleno de Ilusión después de superar una grave enfermedad

Artículo publicado en el diario Levante
El día 23 de julio de 2006


Daniel A. Monterde. Venezuela - 23 años
Lleno de ilusión tras superar una grave enfermedad
13:48





J. P./O. B., VALENCIA Daniel Alejandro Monterde Gómez es el más joven de los cinco inmigrantes muertos en la catástrofe. Con 23 años de edad, este «ángel», como lo define su hermana, era un joven lleno de vitalidad después de superar una gravísima enfermedad de la que vino a curarse a España. Este mismo año había terminado los estudios de técnico superior de administración y finanzas en el Instituto de Abastos. Allí lo recuerdan por su corrección, su amabilidad y su total integración. Sus profesores dicen de él que era cumplidor, responsable y buen alumno. Y los compañeros lo adoraban por su carácter amable y porque era como «una agenda» para ellos. Según dicen, el hecho de haber sobrevivido a la enfermedad le hacía desvivirse por los demás. Era el delegado de la clase y los tenía siempre al corriente de los exámenes o los plazos de los trabajos. La muerte lo sorprendió cuando se dirigía a una entrevista de trabajo, que era en este momento su mayor aspiración. En el instituto se han enterado del trágico desenlace leyendo en los periódicos la lista negra del accidente. Inmediatamente se han puesto en contacto con su familia y han enviado una delegación del instituto al lugar donde reposa. La conmoción en Abastos era general.